¡Un blanco se hace atar por un negro! El negrito, muy perverso, juega con el: acaricia sus pectorales, cosquillea sus sobacos. Luego le huele la polla, la manosea y le quita los vaqueros. El negro se divierte, chupa y mordisquea la picha del blanco, tirándole del pelito. Luego decide de forzarlo a que le chupe a su turno. Lo desata y le presenta su polla; el blanco la traga y el otro le aguanta la cabeza encima. Unas mamadas más tarde, el negrito se hace destrozar el culo por el blanco. El tan perverso hace poco, ahora se hace penetrar por esa polla gruesa en todas las posiciones. Bañado en sudor, grita de placer, vuelve a mamar su compañero, se hace sodomizar de nuevo y luego eyacula encima del sofá. ¡Un polvo alucinante!
Pasa un poco el mocho por el suelo y ahora este hombre la limpieza saca su polla para mear en su cubo. Sólo empieza a jugar con su polla cuando un médico entra en la habitación. Gratamente sorprendido, éste último cierra la puerta y se acerca a la polla bien dura para chuparla. Igual de cachondo que musculoso, el barredor no duda en hacerle lo mismo con pasión antes de dejarse encular profundamente en una silla...
Toby Tyler ha organizado una pequeña orgía con algunos chicos calientes del barrio. Negro, joven viejo, peludos, sin pelo, hay para todos los gustos. Su punto en común es el amor desmesurado por las pollas grandes y los pequeños culos de chicos !
Dos tíos pasan sus vacaciones en un chalé. El sol brilla y nuestros dos tíos mareados por tanto sol, deciden de hacer el amor. El primero es una verdadera loca con un tanga rosa y una corbata, con el cuerpo delgado, acomete la polla gruesa de su compañero rodeada de un anillo y lo mama hasta no poder. Este haz lo mismo antes de llevarlo hacia la cama: después de una segunda mamada, nuestro amigo de corbata ofrece su culito a su compañero y se hace destrozar primero en la cama y luego apoyado a un armario. Aún caliente, la loca pide más pero su compañero ya no puede más. Para concluir cambian de papel y nuestros dos tíos terminan haciéndose una paja. Una buena escena llena de sexo y de sol.
La escena empieza en el almacén de una tienda de frutas y verduras. Tres jovenes han cargando sacos de patatas durante todo el verano y este trabajo los tiene hartos. Ellos prefierirían estar en la playa y ver unos hermosos culitos. Pero la promiscuidad de este almacén les da ideas. Tienen ganas de darse un revolcón. Y se lanzarán en esta aventura sin límites. Ellos se abrazan y se besan a plena lengua antes de acariciarse los cuerpos y de pasar sus manos sobre todos los sitios íntimos. Luego se mamarán mutamente las pollas para endurecerlas y para empujarlas en el agujero del otro. Le encanta tanto que, sin contar nada, dejan caer los sacos de patatas para encularse como unos animales antes de corrérse encima uno al otro al final. Ellos estallan del buen esperma caliente y untoso que acaba de sellar para siempre su primera vez entre hombres.
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