¡Menuda pareja de lesbianas! La primera es una pelirroja madurita con pechos grandes. La segunda es una joven asiática, muy viciosa. Estas dos perversas se desenfrenan. Después de una sesión incitante de lamidas y dedos indiscretos, es hora de que un consolador verde entre en acción y devaste todo.
1/ Con las piernas bien apartadas y un consolador en el fondo del coño, una rubia deslumbrante descubre el placer de la masturbación. Paso a paso, ella se deja llevada por el frenesí del orgasmo, todo esto por nuestro gran placer. 2/ Esta rubia asombrosa y incitante tiene mucha más experiencia. Mirándola como se penetra el sexo, adivinamos que está acostumbrada a follar muy a menudo con consoladores. 3/ Esta pequeña morena pechugona nos ofrece una partida increíble de folladas con consoladores. Un poco tímida, nos hace descubrir el placer de la masturbación. Gemidos largos, cuerpo temblando... ¡se nota que lo disfruta mucho!
Una incitante escena de masturbación femenina filmada de cerca: una bonita rubia deja la fiesta para darse placer a solas. Después de sacar sus cuatro enormes vibradores, ella comienza a acariciar su sexo y senos, luego se penetra enérgicamente, alternando los primeros 3 vibradores... no puede más así que empuja el último vibrador dentro: ¡la escena se termina con una explosión de placer intenso! ¡¡Muy caliente!!!
Espiando el baño de esta pelirroja,discreta y tímida a primera vista, pronto descubrimos que es UNA PUTA HAMBRIENTA DE SEXO. Por lo tanto una simple ducha se transforma rápidamente en una sesión de masturbaciones placenteras. La excita terriblemente el contacto de su coño con el jabón y se deja llevada por el placer, moviéndose como una loca mientras se penetra con sus dedos, en un ritmo frenético, hasta alcanzar el orgasmo.
¡Vaya que pícara esta Missy! Es una pelirroja con senos bellos y puntiagudos y...un culo que a todos los hombres le gustarían follar. Pero no en esta noche...Porque Missy no quiere salir. Después de acabar con sus tareas, en lugar de irse con sus amigas a tomar una copita y bailar, prefiere meterse un enorme consolador en su coño. Y mirándola cuanto le gusta, comprendimos que no se arrepiente de haberse quedado en casa.
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