Ana, una pelirroja guapísima y Bekky, una rubia deslumbrante, charlan tranquilamente...cuando, de repente, la viciosa Anna se precipita sobre Bekky para comer su coño. Esta puta se calienta de verdad. Nuestra rubia devuelve el gesto a la pelirroja y lame y penetra con los dedos su coño. Zorras como son, piden más y más...Afortunadamente Anna ha pensado en todo. Ella se ha traído un enorme consolador verde en la bolsa. Así que las chicas empiezan a masturbarse frenéticamente en todas la posiciones para acabar agotadas pero muy satisfechas.
¡Menuda pareja de lesbianas! La primera es una pelirroja madurita con pechos grandes. La segunda es una joven asiática, muy viciosa. Estas dos perversas se desenfrenan. Después de una sesión incitante de lamidas y dedos indiscretos, es hora de que un consolador verde entre en acción y devaste todo.
Ven a ver estas dos pequeñas lesbianas; ellas empiezan a comer sus coños con sus lenguas expertas y luego a frotarse sexo contra sexo mojándose más y más. Luego se penetran los coños con unos consoladores enormes. Una vez satisfechas las chicas se besan con pasión y así concluyen estos juegos sexuales.
Pirandose del carnaval de Venecia en el cual a llegado disfrazada de ángel, Isabelle, la italiana sensual y volcánica se ofrece en un momento de intimidad. Debajo de un disfraz de blancura virginal y aereo ,ella esconde un cuerpo sediento pidiendo solo que sea admirada. Los globos de sus senos desnudos desafían su peso, su vientre palpitando , llama las caricias y sus caderas ahusados incitan el deseo. Toda a su proprio placer, Isabelle desviándonos los sentidos jugando con su lencería, dudando maliciosamente en quitarla y no quitarla hasta al punto del espectáculo : su intimidad. ¡Excitada por el juego de ocultar y mostrar , Isabelle quita el tejido fino que todavía la cubría, desvelando un sexo fino, dulce... y con pierce ! Pasando directamente sus dedos a la longitud de su joya intima, Isabella no tarda en tocar el clímax del placer...
Estas 4 pequeñas putas son muy calientes hoy. Cerradas en una cárcel para mujeres, no saben que hacer y empiezan a masturbar sus conchas. ¡Anda! cada una tiene una panoplia de consoladores y vibradores para probar. Ellas empiezan a besarse penetrando sus coños con los dedos. Las 4 guarras se lamen todos los oficios, a turno, y se acarician mutuamente de una manera muy intima. Luego sacan los consoladores y empiezan a utilizarlos con el fin de gozar de un orgasmo intenso.
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