Una chica hermosa se hace corregir por un domador hábil que la enrojece y la hace gemir como nadie. Una vez bien calentada, la toma fuertemente, llenándole la boca hasta la glotis y luego el coño. Metiendole la polla hasta el fondo entre sus dos muslos, la hace gritar de placer. Le suplica de hacer que se corra pero... ¿como se atreve acaso exprimir sus deseos? ¡Será duramente reprendida para esta tomada de libertad intempestiva, a golpes de látigos justamente distribuidos!
Agarrada a una cruz de San Antonio, Lucy paga su descaro de la víspera. Zurradas con una pala de pimpón, su piel se enrojece mientras que se estremece bajo los golpes. Después esta forzada de correrse con los labios apartados y el clítoris sacado. ¡Después se hace follar hasta la eyaculación de placer! ¡Si, unas buenas eyaculaciones femeninas! Por supuesto tendrá que limpiar con la boca la polla que inundo tan bien... Como una guarrilla encima de un banco, se hace cachear con los dedos y sigue una buena follada extrema. Finalmente el tío eyaculara con chorros violentos en su boca.
Una rubia buenísima se hace lamer con delectación por un tío guapo bien dotado. Después de lubricarla con su lengua, le hace mamar su hermosa polla... antes de darle la vuelta para excitarla con algunas zurradas bien aplicadas en el culo. Una vez mojada como debe ser, se pone a follarla en todas las posiciones. A lo perrito, sus pequeñas nalgas se agitan dándole unas ganas irresistibles de azotarlas cada vez más, hasta transformarlas en unas hermosas manzanas rojas. Se corre en su boca, para recompensarla de haberle entregado su cuerpo a estas delicias.
Señor Jennings regresa a casa más temprano que previsto y sorprende a su esposa en la cama conyugal con una amiga. ¡AH LAS PUTILLAS! ¡¡¡CORRECIÓN OBLIGATORIA!!! Furioso, les pega las nalgas con la parte posterior de un cepillo de pelo antes de obligarlas ponerse a cuatro patas sobre una mesita. Los gritos de las dos viciosas no ablandan su corazón, ellas no escapan de los golpes de bastón que hacen sus culos enrojecer también de dolor y vergüenza.
Al fondo de un sótano, un señor sádico hace experiencias sobre una rubia pechugona. Empieza por atarla con esposas del techo para controlarla mejor. La pobre chica no puede decir ni una palabra y el viejo perverso hace lo que quiera con ella – da rienda suelta a todas sus frustraciones y vicios... ¡Los aficionados de sensaciones fuertes no deben perder esta scena!
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