Este fotógrafo aficionado a los almacenes en ruinas no sabe que él ha puesto el pie en el territorio de tres depredadores sexuales, y justo uno de ellos acaba de observarlo. Después de permitirle entrar en el edificio, comienza a hacerle trampas. El joven fotógrafo intenta defenderse, pero su agresor eventualmente consigue tomar el relevo. Cuando tiene su bulto a la altura de su boca, saca su polla y lo obliga chuparla. Un poco olorosa, pero tan redonda en la boca, ésta polla parece ser una verdadera delicia que el fotógrafo chupa con pasión. Después de haberle llenado bien la boca, la escoria decide llenarle el culo. Él entonces lo presiona contra una pared y lo folla en seco. Después de unos momentos, no son gritos de dolor que resuenan en el almacén, pero son gritos de placer ! Esta zorra goza como nunca antes. Y mientras él se deja follar su polla dura de excitación se mueve de lado a lado. Después de correrse en el culo, el tipo se larga dejando a su pequeña perra embriagada de placer acabar masturbandose.
Tres tíos locos deciden encontrar algunas víctimas para arrancar. El primer vestido con sudadera con capucha, se detiene delante de un jovencito para pedir un cigarrillo o un poco de dinero. Este comete el error de contestarle mal, y nuestro perro suburbano verde de rabia decide encularlo en seco para darle una pequeña lección. Sin ninguna dificultad, llegó a dominar al descarado y le mete su polla en la boca. Pero es que el pequeño gay burgués lo pensó todo manteniendo al chupador de la polla bajo presión psicológica. Luego instala su perra contra un telón de acero y comienza a follarle el agujero de bala.Checking visual, dedos en el culo, eh, eso es una buena perspectiva. Al bribón sólo le queda encular su presa como a una perra antes de regarle la cara de esperma y dejarlo abandonado, solo, con el culo bien abierto
Un hombre con una chapela, con una pinta de mosquetero del rey,propone a un desconocido de segurilo hasta una taverna. Poco importa el pretexto, tienen unas ganas tremendas de follar. En la taverna, cerrados, el hombre de la chapela comienza a mamar a su compañero, el tío se incita a tope en la boca del primero. Luego el hombre de la capelita desliza un preservativo sobre la polla de su amante antes de lubrificarle el motor y de hacerce masturbar de pies, el cuerpo ligeramente pliegado en frente, con las nalgas apartadas. El tío adora ser enculado, dando que lo está disfrutando a lo perrito, y al suelo, antes de hacerse correr en la boca. Luego se masturba y se corre sobre su pubis. La taverna está llena de botellas, muy ricas, pero ellos no se toman nada, solo polla. Satisfechos, ellos salen, no antes de ver la calle.
Para este científico gay, es difícil resistirse al hermoso Apolo que está tumbado desnudo sobre la mesa de su laboratorio. Su torso musculoso y su boquita bonita son todas unas llamadas del placer entre los hombres que adoran la polla! Después de haberle chupado los pezones, está claro que el guapo que se despertó también está dispuesto a pasar un buen rato. Después de algunas caricias, se pone a chupar la polla del científico con inquebrantable devoción, luego le va a lamer las bolas con mucha aplicación. Después de eso, él se pone a cuatro patas sobre la mesa para hacerse rumiar el agujero de bala antes de ser enculado por la hermosa polla negra del investigador. El pícaro encaja asaltos de este miembro en pleno disfrute invitando a su caballo para metersela en el culo antes de recoger en su pecho su precioso néctar.
Llega en el pasillo, se pone una máscara, y entra en un apartamento, entra en cada habitación, encontrando a un guapo jovencito acostado en el sofá. El tío estaba durmiendo, le da cloroformo, y empieza a tocarlo, pidiéndole de no moverse. El agresor, quita su mascara, es violento, golpeándolo. Simulando una tortura, el guapo se ve obligado a mamarlo. Pero descubre rápidamente el placer. El se masturba la polla y el ano, siguiendo a mamar su agresor, un tío bien hecho que lo encula a lo perrito. El guapo mama al otro manteniéndolo bajo presión. El agresor se masturba y se corre sobre el pecho de su víctima, que termina en una corrida después de haberse masturbado.
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